FAPA MIGUEL VIRGOS exige la implicación de TODAS LAS ADMINISTRACIONES para garantizar un curso lectivo presencial.
El empeoramiento de la situación actual debida a la pandemia y por ende la dificultad de volver a las aulas con seguridad, después de cinco meses sin actividad lectiva presencial, están causando una gran preocupación entre las familias.
En ese tiempo de “curso virtual” quedó plenamente demostrado, por falta de preparación y formación, que esa opción está muy lejos de poder garantizar un sistema educativo para todo el alumnado, considerando la educación presencial como algo ineludible y prioritario para el nuevo curso.
Las propuestas planteadas por nuestra Consejería para garantizar una “vuelta segura”, desde el punto de vista teórico se veían bien encaminadas pero en la práctica la infrafinanciación en educación que llevamos arrastrando desde hace varios años hace que la situación esté en un punto muy alejado de lo deseable.
Cabe recordar que muchas familias ya han adquirido los nuevos libros de texto solicitados por los docentes para este curso sin haber finalizado el contenido del anterior, y en más casos de los deseados, sin ningún tipo de sensibilidad hacia la situación de las familias para el desembolso para su adquisición, o lo que es lo mismo, para agotar el dinero de todos en becas de libros cada vez más escaso.
En cualquier caso, no podemos considerar una vuelta segura a las aulas cuando fuera de ellas la situación es muy preocupante, reconociendo que gran parte de la ciudadanía sigue las recomendaciones sanitarias pero no está siendo así en todos los casos.
Todo ello nos lleva a un punto en el que, además de poner en juego la salud de toda la sociedad, también vemos que se está poniendo en riesgo la educación de nuestros hijos e hijas y no aceptamos ya el “QUE NOS ENFRENTAMOS A UNA SITUACIÓN IMPREVISIBLE”.
Por todo ello:
EXIGIMOS A TODAS LAS ADMINISTRACIONES QUE TRABAJEN PARA CONTROLAR LA SITUACION SANITARIA PARA PODER GARANTIZAR LA VUELTA A LAS AULAS.
Entendemos el argumento sobre la recuperación económica, turística y de consumo pero es necesario que también se entienda que el retroceso educativo, aunque sea a largo plazo, conllevará unas consecuencias económicas más graves y difíciles de recuperar.
Hacemos un llamamiento a la sociedad en general para que reflexione sobre la situación a la que nos enfrentamos, y en particular a las familias como integrantes de la comunidad educativa por el bien colectivo y no individual.